En el “mundo del sueño” hay muchas variaciones entre dormir bien y no dormir bien, y más cuando se trata de bebés y niños, ya que es hasta los 6 años que madura finalmente el ciclo de sueño, por lo que durante los primeros 6 años se viven regresiones de sueño y muchos cambios que van de la mano con su crecimiento.

La buena noticia es que podemos asegurarte que frases como:

“nunca jamás volverás a dormir”

“es normal, los bebés nunca duermen bien”

“acostúmbrate, así es la vida de ser mamá/papá”

Son sólo para aquellos resignados, porque SÍ es posible entrar a mundo de la paternidad y dormir bien, volver a dormir la noche entera, junto con tu hijo. Sólo tienen que aprender cómo.

Lo que sí debemos saber y estar conscientes, es que todos tenemos noches malas a lo largo de nuestras vidas. Lo ideal es que sean las menos, y que la mayoría sean en las que todos dormimos bien, pero como papás, no debemos olvidar que seguirá habiendo noches en la que nuestros hijos necesiten de nuestra asistencia y no hay que entrar en pánico cuando esto suceda.

Una vez que tu hijo aprenda a conciliar el sueño por sí mismo, es decir, cuando lo dejas en su cama/cuna despierto, le digas “buenas noches, a dormir angelito” y él se quede dormido fácilmente sin ningún estímulo externo, como arrullo o leche, es cuando empezará a dormir “de corrido” (ligando ciclos de sueño toda la noche) y a tener un sueño reparador.

Sin embargo, hay muchas situaciones en la vida de nuestros hijos, que independientemente a si ya saben dormir o no afectarán algunas noches.

MOMENTOS EN LOS QUE TU HIJO O BEBÉ PUEDE DORMIR MAL

Recuerda, todo es temporal y es completamente normal que nuestros hijos de repente duerman mal. Ayúdalos a vivir este proceso, atenderlos en el ínter, sin regresar a viejos hábitos que le impedían dormir bien.

1.- GRIPA, TOS, FIEBRE

Nos pasa mucho que nos escriben papás, ex clientes, que ya se acostumbraron a la “buena vida de dormir bien” todos en casa, que sus hijos están despertando nuevamente en la noche, ¡cada hora! y creen que “se descompuso” el sueño nuevamente…

Cuando empezamos a indagar qué es lo que esta pasando, encontramos que está durmiendo mal y despertando de nuevo, porque tiene una tos tremenda y la fiebre no cede…y es ¡completamente normal! Nadie duerme si tiene tos, y menos con fiebre. Definitivamente está lejos de ser un tema de sueño o de malos hábitos. Sigue las instrucciones y tratamiento que indique tu pediatra. En cuanto se recupere, volverá a dormir como antes. (Siempre y cuando no lo vuelvas a arrullar, dar leche cuando no toca, llevarlo a tu cama…)

2.- DIENTES

Si bien algunos especialistas aseguran que la salida de los dientes no afecta el sueño, están otros que afirman que en la noche, al bajar los niveles de cortisol, es cuando más pueden tener molestias y/o dolor. Si a tu bebé/hijo le están saliendo dientes, puede ser que pase por un par de noches malas hasta que este proceso termine.

Platica con tu pediatra y pregunta si le puedes dar algo para aliviar el dolor o reducir la inflamación.

3.- PESADILLAS/SOBRE ESTIMULACIÓN

Todavía no hay un estudio científico que compruebe si los bebés muy chiquitos sueñan o no, por lo tanto no sabemos si tienen pesadillas. Lo que sí podemos saber, es que un bebe puede dormir mal si es sobre estimulado en el día.

Considerando que un bebé es nuevo en el mundo, y solía vivir en un lugar chiquito y obscuro, puede ser sobre-estimulado fácilmente. ¿Recibiste muchas visitas en el día? ¿Fueron a un lugar muy concurrido? ¿Había mucho ruido? ¿Muchos colores? ¿Muchos olores diferentes? Todo esto puede sobre estimular a nuestro bebé e interferir en un sueño profundo y relajante. Ahora bien, si tu hijo es más grande, puede ser que ya empiece a experimentar pesadillas, revisa su entorno y si hay algo que le esté afectando, puede ser desde un capítulo de “paw patrol” donde el malo, fue muy malo (cada niño se impresiona con cosas diferentes) o quizá está siendo expuesto a imágenes que todavía no son aptas para su edad (algún espectacular/video de Avengers en el centro comercial con una gran explosión…) También puedes observar si es un tema temporal o es algo que esté repitiéndose todas las noches.

4.- CAMBIO RADICAL EN SU VIDA

Siempre hablamos que los niños son de rutinas, y mientras más apegada sea su vida a ésta podremos evitar en la medida posible (o hacer menos graves) los episodios de estrés y frustración. Seguir una rutina, como secuencia de actividades, lo ayudará a entender mejor su día a día y las eventualidades que puedan surgir en su vida. Por ejemplo, si se van de vacaciones, el hecho de que sigas haciendo el mismo ritual para dormir, poniendo la misma canción, leyendo el mismo cuento, le puede ayudar a entender que es momento para dormir. Por otra parte hay cambios que son mucho más radicales y que le tomarán mucho más tiempo asimilarlos, tú deberás sacar esa cuota extra de paciencia para ayudarlo en el proceso, que puede ir de días, semanas, hasta meses. Te enlisto algunos de los cambios radicales en la vida de tu hijo que pueden afectar su sueño.

-EMBARAZO DE MAMÁ

La noticia de un nuevo hermano. Puede ser un poco “complicado” al inicio, desde que te enteraste que estás embarazada, para que al final cerca del noveno mes, ya que se haya hecho a la idea de ver a mamá panzona, justo nazca el nuevo bebé y haya de nuevo otro cambio radical.

-LA LLEGADA DEL BEBÉ

Este es otro gran cambio, porque llega el nuevo bebé y de repente se da cuenta de que puede ser la competencia en atención y que dentro de la panza de mamá se veía menos “amenazador”.

Además de la llegada del herman@, procura no hacer más cambios en su vida, como quitarle la cuna en la que ha dormido toda su vida para una semana antes dársela al bebé, o sacarlo de tu cuarto, quitarle el pañal, el pecho, la mamila, meterlo al kinder/guardería… todo esto se puede hacer, pero procura hacerlo con tiempo (6 meses antes o después) para que no relacione este cambio en su vida, como un desplazamiento por parte del nuevo integrante.

-CAMBIO DE ESCUELA O GUARDERIA

Esto implica una nueva rutina en su vida, probablemente haya que salir más temprano de casa, desayunar en cierto tiempo y estar separado de mamá. Es un cambio normal, que le tomará tiempo adaptar a su vida.

-LA PERDIDA DE UN SER QUERIDO

Y puede ser desde que el gato se perdió o el pez Beta murió…aunque para algunos, también está la pérdida de un familiar cercano. Es parte de vivir..

Probablemente este evento afecte su sueño. Esto también será directamente proporcional a cómo nos vean a nosotros, sus padres. Si tu bebé aún es muy chiquito y tú estás muy ansiosa, y triste, tu bebé automáticamente estará más irritable y probablemente le cueste trabajo dormir. Si tu hijo es más grande, probablemente le tengas que explicar y reaccionará con base a lo que tú le digas y te vea reaccionar ante esa situación. El tiempo cura todo y éste cambio también será parte de su vida.

-MUDANZA/CAMBIO DE CUARTO

Otro cambio importante en sus vidas es cuando nos mudamos de casa, ciudad o hasta de cuarto. Le tomará tiempo adaptarse a su nuevo entorno, pero si retomas su rutina para dormir en el nuevo lugar donde estén, le será mucho más fácil aceptar su nueva realidad. También jugar y pasar tiempo divertido en el nuevo espacio, le ayudará a irlo aceptando y haciendo parte de su entorno para superar este cambio de forma mucho más rápida.

NO TENER EXPECTATIVAS Y NO COMPARAR

Creo que el mejor consejo que puede recibir uno como papá es no tener ninguna expectativa, ni comparar a nuestros hijos, porque pareciera que mientras más alta es la expectativa, peor será la situación. Aplica en todo, sueño, peso, crecimiento, etc.

Es bueno estar consciente de que nuestros hijos, por más perfectos y maravillosos que lo veamos siguen siendo seres humanos, con una gama infinita de matices que los hace tan únicos y especiales.

No es bueno comparar, porque siempre habrá uno más alto, más chiquito, más inteligente, más hábil, más comelón, más dormilón…y si buscamos, siempre encontraremos cómo estar en desventaja.

FAMILIA UNICORNIO

Como todo en la vida existen esos “niños y mamás unicornios” que son 1 entre millones.

*Mi hijo duerme toda la noche desde el día que nació (es la misma mamá que salió del hospital con sus skinny jeans, que le quedaban antes del embarazo ☺).
*La lactancia es lo más fácil del mundo.
*Mi hijo gatea desde los 5 meses y caminó a los 8 meses.
*Mi hijo habla desde el año.
*Mi hijo dejó el pañal a los 18 meses.
*Mi hijo come perfecto todas las verduras y frutas desde el día que las probó.
*Mi hijo se duerme la siesta en donde sea, así estemos a pleno rayo de sol escuchando una tambora.
*No duermo nada desde hace 4 años pero me siento feliiiiiiz, plena y dichosa.

La lista de arriba es mi forma de decirte, (con un poco de humor) que siempre habrá personas a nuestro alrededor contándonos cosas maravillosas y muy diferentes a la realidad que estamos viviendo nosotros, y esa es su realidad, no la nuestra.

Lo que nos puede causar mucha frustración, culpa o presionarnos como papás y al mismo tiempo presionar a nuestros hijos a que entren a etapas para las cuales todavía no están preparados.

Así que deja atrás cualquier expectativa, haz que el día de hoy sea maravilloso, y ayúdalo en la etapa que hoy esta viviendo. Mañana será otro día.

Si quieres que duerma la noche de corrido y aprenda a conciliar el sueño por sí mismo, podemos ayudarte.

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