4. REGRESIONES DE SUEÑO
A los 4, 9, 12, 18, 24 meses, o cuando adquieren nuevas habilidades. Son parte del proceso de maduración y no siempre tienen que ver con hambre. Sobre todo en el primer año, el ciclo de sueño de un bebé pasa por muchos cambios así que en lo que su cuerpo se ajusta, parecería que no quieren dormir aunque sí lo necesitan. Un bebé que ha llevado una rutina fija, con hábitos para dormir sanos y que duerme buenas siestas, es menos propenso a sufrir durante las regresiones comparado VS un bebé que está agotado constantemente o necesita mucha ayuda para dormir.