La verdad es que las rutinas son parte importante de la paz mental de cualquier ser humano. Como adultos, no solo nos ayudan a priorizar sino también a acostumbrarnos a hacer esas cosas que nos cuestan más trabajo pero son necesarias. Con los niños pasa exactamente lo mismo. Por ejemplo, si a tu hijo no le gusta lavarse los dientes y tú, por evitar la pelea, se los lavas 1 día sí y 3 no, estarás contribuyendo a que cada lavada siga siendo un pleito. No estás siendo constante por lo que él no lo verá como algo obligatorio, necesario y rutinario. Además, inconscientemente, tu hijo puede estar aprendiendo que con llantos y patadas logrará evadir lo que no le gusta, en este caso, lavarse los dientes. Definitivamente, se necesitan límites(checa el blog), mucha constancia y paciencia para establecer rutinas con los hijos pero vale la pena.

Ahora, la pregunta que nos hacen todo el tiempo, ¿cuándo empezar una rutina con mis hijos? La respuesta es ¡YA! Nunca es demasiado tarde ni demasiado pronto. Si tienes un bebé recién nacido y ya está bien establecida la alimentación (pecho o mamila) entonces puedes empezar a enfocarte en una rutina, que más que horarios se centre en secuencia de actividades.

Todo comienza cuando ya tienes controlado el tiempo entre tomas y tu bebé ya tiene una succión efectiva. En este momento ya sabes que come cada 3 horas pero ¿sabes cuánto necesita dormir? Pues resulta que tu bebé dormirá entre 16 y 18 horas al día y tu puedes ayudarlo a que lo logre. ¿Cómo? Con una rutina: comer, sacar el aire, cambiar de pañal, actividad/juego/ejercicios, dormir y volver a empezar. 

Ya teniendo esta secuencia dominada entonces puedes pasar a los horarios; empieza por despertar a tu bebé todos los días a la misma hora. Verás que tienes más control sobre el día si arrancan cada mañana a las 7am, por ejemplo.

Para lograr establecer un horario de siestas es super recomendable cuidar el ambiente. Si lo duermes siempre en su cuna, a oscuras, con white noise, sin hambre ni pañal sucio, tienes más probabilidades de conseguir que duerma. Checa el blog sobre las siestas exitosas para conocer nuestros 5 tips para que tu hijo tenga buenas siestas.

Hay que saber que las rutinas no están peleadas con la edad, como te decía arriba, nunca es demasiado tarde para comenzar con una rutina. El sueño de los bebés y niños es difícil de controlar. Es complicado lograr que se duerman a la misma hora o que las siestas sean siempre a las 9:03am, pero lo que sí puedes controlar es la hora en la que empiezan su día. No olvidemos que por naturaleza, los niños empiezan su día entre 6:30 y 7:30am, así que define una hora razonable para despertar a tus hijos y hazlo así cada mañana. Esta regla aplica con bebés, toddlers y niños más grandes, es la base de una buena rutina.

Otro punto importante en la rutina: las siestas. Dependiendo de su edad, tu hijo puede necesitar 5, 4, 3, 2, 1 o ¡ninguna siesta! En promedio, al cumplir 3 años los niños empiezan a dejar de dormir siestas y para compensar ese ratito de descanso que ya no tienen, puedes acostarlos 20 minutos antes.

 

El último punto clave: la hora y el ritual para dormir. Aún estando en pandemia/vacaciones/año sabático, necesitamos mantener una hora de dormir para evitar que los niños caigan en agotamiento o que se desajuste su reloj interno. A los bebés de 0 a 18 meses les podemos decir “Buenas noches, a dormir angelito” desde las 6pm y como máximo 7pm. En cambio, para los niños de año y medio a 5 años, el rango está entre 7 y 8pm.

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