1. EL SUEÑO ES UNA HABILIDAD ADQUIRIDA
Así como tu bebé no nace sabiendo caminar, tampoco nace sabiendo dormir. Ambas, son habilidades que irá aprendiendo poco a poco con tu apoyo y ayuda. No te frustres si tu bebé necesita de ti para poder conciliar el sueño, es totalmente normal. Una vez que cumpla 4 meses estará listo para aprender a conciliar el sueño solito. Nosotras como consultoras de sueño podemos guiarte en el camino, solicita una consulta diagnóstico gratis para platicar de tu caso.
2. UN BEBÉ AGOTADO ESTARÁ HIPERACTIVO, NO CANSADO
Si se te pasa la hora de dormir, ventana de sueño o no viste las señales de cansancio de tu bebé, no será tan fácil lograr que se quede dormido, ¡al contrario! ¿Suena terrible verdad? Por eso es que siempre debes vigilar a tu bebé y sus horarios; así aunque no veas señales de cansancio, si tu bebé ya lleva despierto más de 2 horas, sabrás que es momento de que tome una siesta.
3. A LOS 4 MESES, EXISTEN 3 VENTANAS DE SUEÑO NATURALES
Estas ventanas, son momentos naturales en los que su nivel de energía baja. Si lograste que se durmiera en ese momento, seguro te diste cuenta que fue más fácil y duró mas tiempo dormido. Las horas en que se dan estas ventanas son 9-10am, 12-2pm y 6-7pm. Por esto es que muchas veces, la siesta de la tarde es prácticamente imposible.
4. EL RITMO CIRCADIANO AYUDA A QUE TU BEBÉ DUERMA EN LAS NOCHES
El ritmo circadiano natural (o reloj biológico interno) de tu bebé se controla por hormonas y temperatura corporal. Un aumento en la producción de melatonina y baja en la de cortisol provocan una enorme necesidad de dormir por la noche. Por esto, es mucho mas fácil enseñar a tu bebé a dormir en las noches que en las siestas.
5. EL RITMO CIRCADIANO HACE LAS SIESTAS MÁS DIFÍCILES
Seguro te habrás dado cuenta que lograr que tu hijo tome la siesta es mucho mas complicado que lograr que se quede dormido en las noches. ¡No te rindas! Esto se debe a la falta de hormonas del sueño durante el día. Tu bebé definitivamente necesita al menos 1 siesta al día de más de 45 minutos para poder lograr un sueño reparador. Será muy normal que necesite de tu ayuda para poder dormirla, ¡TEN PACIENCIA!
6. EL TEMPERAMENTO DE TU BEBÉ AFECTA SU SUEÑO
Sólo porque el bebé de tu amiga duerma perfecto en su carriola por 2 horas, mientras tu bebé llora sin parar cuando llega a un lugar extraño o conoce nuevas caras, no quiere decir que tu bebé sea el que está mal. Cada bebé tiene su propio carácter y temperamento para dormir. Haz lo posible por entenderlo y ayudarlo, no lo lleves al cafecito con las amigas a su hora de la siesta, dale tiempo al tiempo.
7. A VECES, NOS ESFORZAMOS DEMASIADO
Como papás, nos encanta saber que nuestros hijos duermen y a veces nos esforzamos demasiado en dormirlos o mantenerlos dormidos. A veces pasa que a las 3am, en nuestro afán de que vuelvan a dormirse, los sobre estimulamos y provocamos que no puedan dormirse otra vez. Si tu bebé está en su cuna tranquilo, platicando o jugando solito, dale su espacio y espera a ver si el solito logra volver a dormirse.
8. UN BEBÉ HAMBRIENTO NO DUERME
Si notas que tu bebé ya no continúa en la misma curva de crecimiento en la que nació y está bajando de percentil, podría ser porque no está durmiendo las horas que necesita. A veces los problemas de succión, alergias o intolerancias a proteína de la leche pueden ser los causantes de que no esté creciendo como debe. En estos casos, te recomendamos llamar inmediatamente al pediatra antes de acudir con una consultora de sueño.
9. DORMIR ES UNA NECESIADAD, NO UN LUJO
Algunos papás ven el dormir como un extra o bonus en la vida diaria de los hijos. La realidad es que así como la alimentación es importante para el desarrollo y crecimiento de los niños, el sueño también lo es. Nunca harías que tu hijo esperara hasta que llegara papá de trabajar para darle la toma de las 6pm ¿verdad? Lo mismo aplica para la hora de dormir, si ya está cansado no lo mantengas despierto. Y este mensaje también es para nosotros como papás. No te resignes a no dormir por 2 ó 3 años por el simple hecho de ser papá; física y mentalmente el sueño es igual de importante para nosotros.
10. NO, NO ESTÁS ECHANDO A PERDER A TU HIJO
Nos ha pasado que llegan papás a decirnos que toda la vida arrullaron a su bebé para dormir, o mamás que lo acostumbraron a dormir sólo con pecho y ahora es su culpa que el niño no pueda dormir solito. ¡No es tu culpa! Hiciste lo que te parecía bueno y adecuado para tu bebé en ese momento y ahora quieres cambiar esa situación. Así de fácil, quítate las culpas y si necesitas ayuda para mejorar los hábitos de sueño de tu hijo, contáctanos. Estamos certificadas en 10 métodos diferentes para enseñar a dormir a tu bebé, y junto con una rutina que se adapta a sus necesidades y las de tu familia, lograrán descansar todos en casa.
Fuente: Emma Purdue
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Muchas gracias por tu aportación. Feliz semana.