
1. DISPONIBILIDAD DE ALIMENTOS
Un recién nacido necesita comer cada 2 o 3 horas (o a veces antes) para crecer sano y desarrollarse adecuadamente, sin embargo. La clave está en diferenciar las tomas de día y las de la noche.

Durante el día se vale darle de comer en un lugar iluminado, haciendo contacto visual y hablándole, de hecho queremos que bebé se mantenga despierto para asegurarnos que come lo suficiente. Pero en la noche la historia es diferente, no nos interesa mantenerlo despierto por horas sino simplemente cubrir las necesidades calóricas para que siga creciendo fuerte.
De día, deja que tu bebé coma y coma. Si se está saltando tomas, es muy probable que despierte en la noche tratando de compensar esas que le hicieron falta, y a la larga las tomas nocturnas excesivas provocarán despertares excesivos. Tu bebé creerá que las noches están hechas para comer y comerá mucho menos en el día porque ya sabe que en la noche tiene barra libre disponible.
2. LUZ Y OSCURIDAD

La luz la tenemos durante el día, mientras estamos despiertos; del lado opuesto, está la oscuridad, presente cuando llega la hora de dormir. Esto mismo es lo que hay que reforzar en un bebé. Mentira que un bebé se tenga que acostumbrar a dormir con luz,…o díganme a qué adulto le gusta irse a dormir con un foco prendido alumbrándole la cara. Exageren qué sus actitudes de día y de noche.
Como decía arriba, en el día, cuando sea hora de comer asegúrate de hacerlo en un lugar iluminado. En la noche, evita prender la luz del cuarto, si es necesario ten a la mano una lámpara de cortesía que ilumine lo mínimo indispensable para darle de comer a tu bebé.

La interacción social es muy importante en el ajuste del reloj interno, pues bebé comenzará a diferenciar cómo se comporta su familia cuando en el día VS la noche.
En la noche, en cuanto empiecen con el ritual para dormir, eviten juegos acelerados y traten de mantener el ambiente relajado libre de estrés y acelere. Recuerden que una mamá relajada tendrá un bebé relajado.
El ajuste del ritmo circadiano de tu bebé tomará varios meses, sin embargo, llevando una rutina muy marcada y aplicando los tips que mencionamos arriba ayudarás a que la confusión día y noche acaba antes.
La rutina es parte fundamental del ajuste del reloj interno, poco a poco, tu bebé irá entendiendo que (por ejemplo) después del baño sigue la pijama, una canción y de ahí a dormir en su cuna. Hacer lo mismo todos los días le dará seguridad pues sabrá qué sigue después y eso lo mantendrá más tranquilo. En nuestros cursos online te enseñamos las rutinas ideales para bebés desde 3 semanas, considerando las siestas y tiempos para estar despierto ideales. Si por más rutina que llevas con tu hijo no logras que termine de comprender que las noches son para dormir y no para andar jugando y gritando ¡escríbenos! Tenemos consultas telefónicas para resolver ésta y otras situaciones puntuales sobre el sueño de tu bebé.
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